Bajo el nombre genérico de “cannabis” se agrupan diversas especies pertenecientes a la familia Cannabaceae. Todas ellas han sido ampliamente conocidas y utilizadas por las sociedades humanas desde hace más de 8.000 años.
Más modernamente, con los avances del método científico y el aumento de la tecnología microscópica, se ha producido un gran despegue en el estudio de las variedades del cannabis así como de uno de sus compuestos principales: el CBD.
Principales variedades del Cannabis
En la actualidad, la mayoría de los investigadores coinciden en diferenciar tres especies de cannabis.
-Cannabis sativa: Es la variedad más conocida y consumida de la planta del cannabis. Se cultiva principalmente en zonas tropicales, caracterizadas por climas húmedos y cálidos (México, Sudamérica, India y algunas zonas del norte de África).
Se caracteriza por ser la variedad que alcanza mayor altura, pudiendo llegar a cinco metros, con ramas largas y hojas grandes. Destaca asimismo por que su número de flores es menor y el crecimiento de estas más lento que en otras variedades, aunque, por el contrario, sus raíces se extienden en una considerable extensión por debajo de la planta.
Las flores femeninas de esta variedad pueden ser utilizadas para la elaboración de la llamada “marihuana debilitada”, una modalidad obtenida por complejos procedimientos técnicos que da como resultado una mayor riqueza en CBD y una reducción de la concentración de tetrahidrocannabidiol (THC).
-Cannabis indica: Esta variedad tolera bajas temperaturas aunque precisa para su crecimiento de abundante luz solar; por ello, la podemos encontrar en grandes extensiones del continente asiático como Afganistán, el Hindu Kush o incluso la cordillera del Himalaya.
Se caracteriza por alcanzar una altura menor que la variedad sativa, aunque su crecimiento y su floración son más rápidos. De esta manera, frente a la apariencia delgada, alta y esbelta de la variedad sativa, las plantas de cannabis indica aparecen como compactas y robustas y con cogollos pesados y duros.
-Cannabis ruderalis: La variedad ruderalis se suele considerar un híbrido entre las dos especies anteriores; así, dependiendo de su localización, hibridación y demás circunstancias pueden alcanzar altos contenidos en CBD, por lo que es frecuentemente utilizado en la industria moderna por sus enormes beneficios y propiedades para la salud.
Sus características más importantes hacen referencia a su resistencia, mayor que las dos especies anteriores, así como el especial mecanismo de floración, que no depende de la exposición a la luz sino de un periodo predefinido sin conexión con la luz recibida.
Hay que tener en cuenta, que la tecnología que podemos encontrar actualmente en la industria de la elaboración de CBD hace que sea posible que estas variedades se combinen entre sí, logrando una mayor concentración de CBD y la elaboración de productos específicos con este cannabinoide.
Principales variedades del CBD
Para la extracción del CBD de la planta del cannabis se utilizan procedimientos de última generación a base de presión o calor, así como compuestos naturales con el fin de preservar su pureza, calidad y composición química.
Una vez aplicados estos procedimientos distinguimos tres variedades de CBD:
CBD de espectro completo (full spectrum): Se caracteriza porque, tras el procedimiento de extracción, el producto resultante no solo contiene CBD sino también otros compuestos naturales de la planta, tales como terpenos, aceites, flavonoides o THC. El CBD de espectro completo hace que todos los compuestos interaccionen entre sí para la obtención de beneficios específicos.
CBD de espectro amplio (broad spectrum): En esta variedad se aíslan los compuestos individuales de la planta y a continuación se recombinan alterando sus proporciones y eliminando alguno de sus componentes originarios. Singularmente se emplea esta técnica para eliminar el THC o tetrahidrocannabinol, aunque también se puede usar para alterar, modificar o agregar otros compuestos.
CBD aislado (isolate): Mediante procedimientos de extracción, refinado y filtración se logra eliminar el resto de los compuestos de la planta, dando lugar a un producto libre de otros fitonutrientes, químicos o aditivos; es un CBD con proporciones que pueden llegar al 99% y que, por tanto, constituye la forma más pura en la que se puede consumir esta sustancia natural y beneficiosa.
Así optar por una u otra de estas formas de presentación dependerá sobre todo de los efectos que se pretendan conseguir así como de la opción del consumidor teniendo en cuenta sus circunstancias personales. En todo caso, en la actualidad, no existen dificultades para encontrar en el mercado cualquiera de estas modalidades.
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