En los últimos años es cada vez más frecuente escuchar, tanto desde el punto de vista científico como en relación con la población general, alusiones al llamado sistema endocannabinoide, un aspecto de nuestro organismo que se une a otros más conocidos como el endocrino o el respiratorio.
Mediante esta interacción se explican el conjunto de efectos que producen en nuestro cuerpo determinadas sustancias, entre las cuales tiene una importancia capital el consumo de CBD.
Orígenes de la investigación del sistema endocannabinoide
El inicio del estudio del sistema endocannabinoide se sitúa en 1992, siendo pues bastante reciente. Fue en esa fecha cuando los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem, Rafael Mechoulam y Lumir Hanus, junto con sus respectivos equipos, descubrieron el primer endocannabinoide.
Este descubrimiento fue posible gracias a hitos científicos anteriores entre los que destaca el aislamiento, a mediados del siglo XX, de los dos grandes cannabinoides que influyen en dicho sistema; el THC y el CBD.
A partir de esta fecha han sido constantes los estudios realizados a lo largo de todo el mundo para determinar tanto su complejo funcionamiento como su interacción con los otros sistemas presentes en el ser humano y, sobre todo, los efectos y beneficios que produce en el organismo. Así, en la actualidad se ha alcanzado un razonable conocimiento sobre este particular, aunque todavía quedan muchos aspectos en los que las investigaciones deben avanzar.
¿Qué es el sistema endocannabinoide?
Se puede definir el sistema endocannabinoide como un sistema de comunicación entre los millones de células que conforman la compleja maquinaria que es el cuerpo humano. Su función principal es mantener lo que los investigadores denominan “homeostasis corporal”, una ingeniosa forma que adopta nuestro organismo para garantizar el equilibrio biológico en aquellos casos en los que se producen ciertos cambios en el medio ambiente. El mismo no es privativo de los seres humanos sino que se encuentra en todos los mamíferos, lo que ha permitido profundizar con mayor velocidad en su estudio.
Este sistema está involucrado en procesos fisiológicos tan importantes como el sueño, el dolor o la memoria e incluso se extiende a aspectos tan relevantes como la inmunología o la reproducción humana, principalmente femenina.
Además, coopera a la regulación y estabilización de ciertos ámbitos de la vida cotidiana relacionados con la neurología y la psicología, en particular influye sobre la ansiedad, el metabolismo y la energía, el comportamiento social y la ansiedad o incluso la termorregulación y el apetito.
Se compone de 3 elementos diferentes:
-Los endocannabinoides, que son aquellos que el propio cuerpo humano produce de forma natural y que cooperan con los dos restantes para la correcta regulación del sistema.
-Receptores cannabinoides: Mediante los cuales los cannabinoides penetran en el cuerpo humano, comenzando así el proceso de equilibrio biológico. Existen dos tipos principales de receptores, los Cb1, que encontramos principalmente en el cerebro, (aunque algunos estudios modernos también los localizan en otros órganos como el hígado) y los Cb2, que principalmente existen en las llamadas células T pertenecientes al sistema inmunológico, así como en el sistema nervioso central.
-Las enzimas de ácidos grasos, cuya función es deteriorar los endocannabinoides una vez cumplida la función de reequilibrio general.
De esta manera, los endocannabinoides pueden ser producidos por el propio cuerpo o de procedencia externa; en este grupo encontramos el CBD, que puede ser adquirido en la tienda online de Verdi CBD Store (www.verdicbdstore.com) y que, gracias a su procedencia totalmente natural, se asimila a aquellos de procedencia interna.
¿Cómo influye el CBD sobre el organismo?
Se ha acreditado que el CBD se une a estos receptores, favoreciendo su activación y ayudando a mantener y acelerar con eficacia las funciones propias del sistema.
En particular, su interacción sobre los receptores Cb1 influye sobre el dolor, favoreciendo un efecto analgésico, así como una reducción de las inflamaciones y un importante efecto vasodilatador. Por contra, su influencia sobre los receptores Cb2 favorece las conexiones necesarias que facilitan que el sistema inmunológico funcione correctamente y con naturalidad.
Por último, desde un estudio realizado en 2004 por el doctor Ethan Russo, parte de la comunidad científica ha acuñado el término “deficiencia endocannabinoide clínica” (CECD) para definir a la posibilidad que la deficiencia de cannabinoides en el organismo pueda ser la causa que subyace en ciertas dolencias como las migrañas, la fibromialgia o el síndrome del intestino irritable.
Así, como consecuencia de los apenas treinta años que han pasado desde que se descubrió la existencia e importancia de este sistema, los estudios científicos son todavía, en comparación con otros que se refieren a otros sistemas del cuerpo humano, escasos.
No obstante cada vez se va perfeccionando el conocimiento de las repercusiones de un correcto funcionamiento del sistema endocannabinoide sobre la salud general de las personas.