Extremadamente incómodo, molesto y perturbador, el dolor crónico puede ser definido como aquel que excede del tiempo normal de curación y, habitualmente, no responde a los medios usualmente recomendados para mitigar o eliminar los dolores genéricos.

Por su origen, la ciencia distingue hasta siete tipos de dolores crónicos, dependiendo de el órgano al que afectan (cabeza, extremidades o cuerpo), a la existencia de otras patologías (cánceres, enfermedades nerviosas) o que su origen sea o no eventos traumáticos (dolores derivados de accidentes, caídas u otros traumas)

Generalmente, la preocupación de la comunidad científica se ha enfocado a reducir este dolor, descubrir las causas que lo producen y, finalmente, evitar o mitigar los trastornos psicológicos que afectan a las personas que padecen estas dolencias. En este sentido, la utilización del CBD o cannabidiol se ha acreditado como un poderoso instrumento para alcanzar estos objetivos. Además, su origen natural ha hecho que el CBD haya sido aceptado como una poderosa alternativa frente a los medicamentos tradicionales.

¿Por qué el CBD es adecuado para el dolor crónico?

El motivo fundamental por el que el CBD es eficaz para la disminución del dolor crónico es su poderoso efecto analgésico; de esta manera,  la composición del cannabidiol interfiere sobre las señales encargadas de la transmisión de la sensación de dolor al sistema nervioso (las llamadas señales nociceptivas).

No obstante, algunos de los efectos más reseñables del CBD cooperan de manera secundaria a la disminución de estos dolores. Así, en cuanto que muchas enfermedades tienen como signo más reconocible la inflamación, el uso de cannabidiol es capaz de reducir la misma.

Otro aspecto importante en la relación del CBD con el dolor crónico son los efectos psicológicos: en buena medida el sufrimiento físico que estos dolores llevan aparejados producen a largo plazo patologías psicológicas como la ansiedad o la depresión; por ello, el efecto relajante que el cannabidiol ofrece puede contrarrestar o mitigar esta sensación perturbadora.

¿Qué dolores se pueden tratar con el CBD?

-Migrañas: se caracterizan por ser dolores de cabeza extremadamente persistentes, en ocasiones acompañados de náuseas o vómitos y que, en ciertos momentos, provocan extrema sensibilidad a la luz o al ruido. Usualmente se tratan mediante potentes medicamentos como la codeína, que incluso puede llegar a provocar adicción. Frente a ello, el uso del cannabidiol puede mitigar las migrañas sin los efectos perniciosos que los fármacos tradicionales llevan aparejados.

Fibromialgia: este trastorno incide directamente sobre músculos y tejidos blandos y provoca dolor muscular, fatiga, alteración y trastornos en el sueño. De esta manera, los efectos relajantes que el CBD posee son beneficiosos frente a esta enfermedad.

-Dolores asociados a procesos oncológicos: en este caso los efectos del CBD inciden sobre el dolor que el cáncer produce, y, simultáneamente, contribuye a aliviar la sensación de náuseas que los tratamientos más utilizados contra el cáncer provocan. Esto sucede en particular con la quimioterapia, agresiva técnica que conlleva una multiplicidad de efectos secundarios que pueden ser mitigados con el uso habitual del CBD.

Artritis: con una incidencia  cada vez mayor como consecuencia del envejecimiento global de la población, la artritis, que afecta sobre todo a los dedos y muñecas, se caracteriza por hinchazón, rigidez y fuertes dolores.

Sin embargo, la utilización del CBD puede contribuir a mitigar esta dolencia; por un lado reduce la inflamación artrítica y limita el desarrollo de la enfermedad; por otro, sus propiedades analgésicas alivian el intenso dolor que caracteriza esta dolencia.

¿Cómo usar el CBD para el dolor crónico?

La dosis y forma de utilización dependerá en gran medida del tipo e intensidad de dolor. La forma más usual para la aplicación del cannabidiol es por vía oral, normalmente mediante el aceite de CBD; en estos casos se estima que se pueden percibir los efectos beneficiosos unos 15 minutos tras la administración.

Otra forma de aplicación es mediante masajes con aceites o cremas; esta forma resulta especialmente indicada en casos de artritis, ya que permite incidir directamente sobre el área dolorida y facilita la absorción rápida del principio activo que el CBD posee.
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