Natural y utilizada durante milenios, la planta de cáñamo es mundialmente conocida por sus enormes propiedades beneficiosas; singularmente su utilización ha aumentado exponencialmente al hilo de diversos estudios que han acreditado los espectaculares beneficios que uno de sus derivados, el CBD o cannabidiol, tienen para el organismo.
Así, esta especie vegetal, originaria del Himalaya, posee dos características que influyen en su cosecha y desarrollo: por un lado germina una sóla vez al año y, por otro, existen ejemplares machos y hembras (carácter dioico).
¿Con qué parte de la planta se elabora el CBD?
Aunque existen diversas especies de cáñamo, todas ellas comparten una estructura común: de esta manera, las semillas, las raíces y el tallo, a pesar de ser indispensables para obtener un producto final de calidad, no son utilizadas para la elaboración del cannabidiol.
Así los elementos indispensables para la obtención del CBD y productos derivados son las hojas y las flores.
-Las hojas: son la parte más reconocible de la planta; las hojas crecen en parejas desde el tallo y tienen una característica forma de palma de mano con inconfundibles bordes en dientes de sierra. De color verde intenso son absolutamente necesarias para el desarrollo eficaz de la planta.
-Las flores: también llamadas cogollos, son indispensables para distinguir las plantas macho de las hembras. En este sentido, únicamente las plantas hembras son, por su enorme contenido en cannabidiol, aptas para obtener CBD de la máxima calidad; por el contrario las plantas macho son usadas fundamentalmente para obtener tejidos o telas y para la obtención de nuevas semillas.
Proceso de elaboración del CBD
Tras un correcto crecimiento de la planta, y una vez alcanzada la plena madurez de la misma, la elaboración del CBD en sus diversas presentaciones se realiza en varias fases.
-La cosecha: habitualmente se produce en otoño; el momento óptimo dependerá de condicionantes como la especie concreta, la calidad de la semilla o la composición química de la tierra; en todo caso es crucial que el proceso se realice correctamente ya que esta circunstancia es crucial para la calidad y proporciones del CBD.
Además, el proceso es ligeramente diferente dependiendo del producto final que se desee obtener (flores, aceite de CBD, extracto…). En general es indispensable la observación de la planta que proporcionará valiosas pistas para averiguar que la misma ha alcanzado su plena madurez y es apta para ser cosechada (hojas caídas o alteraciones en el color y aspecto de los cogollos y pistilos)
-El secado: crucial para obtener un CBD de la máxima calidad, el proceso de secado tiene por objeto eliminar los líquidos (el cannabis fresco posee alrededor de un 75% de agua) y hacer la planta manejable para su consumo. De la misma manera que ocurre con la cosecha el proceso de secado dependerá en gran medida del producto final que se pretenda conseguir.
En general, y teniendo en cuenta que la luz solar tiende a degradar el CBD, el secado se realiza en un lugar seco y oscuro, con temperatura constante durante el periodo de secado (que puede oscilar entre 10 y 20 días dependiendo de las condiciones atmosféricas).
Es importante que el proceso se realice de forma óptima para que el CBD mantenga intactas todas sus propiedades (antiinflamatorio, anticonvulsionante, antibacteriano…), así el espacio deberá estar ventilado y mantener niveles adecuados de humedad, inferiores al 50% para evitar la proliferación de hongos u otros agentes bacteriológicos perjudiciales.
-La curación: en este estadio final se elimina el resto del agua (la proporción final de líquido se sitúa en relación al 20%), así como gran parte del THC o tetrahidrocannabinol. Se realiza en recipientes específicamente diseñados, generalmente de madera de alta calidad. Al final de este proceso ciertas partes de la planta como las hojas, flores o cogollos, estarán listas para su consumo.
Por lo que al aceite de CBD se refiere el proceso es ligeramente diferente, destacando los elementos tecnológicos requeridos para elaborar este derivado del cannabidiol. Así, tras empapar el tallo de la planta con el fin de ablandarlo se ha de proceder a la extracción del aceite, lo que se lleva a cabo a través de diferentes procedimientos.
-Extracción con otros tipos de aceite, en los que el elemento utilizado como disolvente es, generalmente, el aceite de oliva.
-Extracción con disolventes líquidos, siendo los más frecuentes etanol, propanol o incluso butano.
-Extracción mediante Co2, siendo este el proceso más limpio, ecológico y seguro, aunque por contra requiere costosa infraestructura y notables conocimientos sobre el producto.
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